A Cesca la conocimos hace muchos años. Vino a nuestra casa porque quería proyectar un montaje en la boda de una gran amiga suya. Nos tomamos un Martini Royale, porque se trataba de un descubrimiento reciente en nuestra casa, y nos gusta compartir… todo, básicamente.
Hicimos el vídeo de la boda de su amiga, y también el vídeo de un gran amigo suyo. Y, finalmente, llegó la boda de Cesca y Roger. Nuestros videógrafos Enzo y Hugo les acompañaron en La Garriga de Castelladral. El fotógrafo (gran tipo): David Vilanova.
Cuando me puse a editar el material, me emocionaron muchas cosas. La llegada de Cesca, en el parking, abrazando a su gente y gritando de emoción a primera hora de la mañana; los discursos de sus amigos; la mirada de Roger, elegante, emocionada y discreta, escuchando los discursos; las imágenes del nuevo matrimonio viendo una proyección, riendo, llorando: viviendo; el gesto de Cesca, juntando las palmas de sus manos y posando los índices sobre los labios, mientras abrochaban los botones de su vestido, en un gesto que transmite como ningún otro todo cuanto esperas de ese momento: ilusión, emoción, nerviosismo, cierta incertidumbre.
Este vídeo trata de poner en valor todo aquello que fue / es importante para Cesca y Roger. Así cerramos un círculo, al que siempre podrán volver a revisitar la mirada del corazón, como bien dice, y así empieza esta historia, el oficiante de esta historia.