He aquí uno de los temas más controvertidos en el ámbito del vídeo de boda, lo que los propios profesionales llaman videografía de boda. Probablemente también uno de los grandes dilemas de las parejas cuando están decidiendo sobre el vídeo de boda que quieren contratar. Y, en tercer lugar, uno de los temas sobre los que los profesionales wedding planners aconsejan y son consultados por las parejas que confían en ellos para las decisiones relacionadas con su boda.
Nosotros somos partidarios de hacer vídeos cortos como complemento, nos encantan, y hacemos varios formatos de duración breve, pero siempre recomendamos que eso no suponga quedarse sin un vídeo largo.
¿Es importante tener un vídeo largo?
Nuestra respuesta es un rotundo sí. Para explicarlo muy claramente, vamos a hacer una enumeración de los 10 motivos por los que, sin ápice de duda, creemos que es importante tener un vídeo largo de boda.
1. Que sea largo no significa que sea aburrido.
Un anuncio de televisión de 30 segundos puede parecernos un tostón eterno. De la misma manera, en una buena película de cine, 3 horas nos pueden pasar volando.
No se trata de que sea largo o corto, se trata de que sea interesante, que sea capaz de atrapar nuestra atención. En resumen, que esté bien hecho.
2. Tu boda da para más de 5 minutos, o de 10 minutos.
¿Crees que tu boda será especial? Seguro que sí. Porque lo será. Sin duda. Todas lo son, y sabemos de lo que hablamos porque hemos filmado más de 400. Creer que tu boda no da para más de 5 minutos interesantes de vídeo, o a los sumo 10 minutos, es como decir que tu boda no será tan especial o no valdrá tanto la pena, porque total, como mucho 5 minutos de lo que ahí pase, de todo el día, valdrán la pena ser contados y ser recordados.
Total, “sólo” te estás casando, ¿no? Total, “sólo” tendrás ahí contigo, por primera y única vez en toda tu vida, juntas, a las personas que más quieres y que más te quieren, ¿no? Total, “sólo” será una experiencia que jamás en la vida volverás a vivir, y “sólo” habrás invertido más o menos un año de tu vida en prepararla con toda la ilusión del mundo, sin contar con los años anteriores durante los que tal vez ya soñabas con ello. Total, “sólo” es tu propia boda, con la persona a la que amas. ¿”Total”…?
¿Estás seguro de que tu boda no será tan especial? ¿Estás seguro que de todo ese día entero, realmente sólo 5 minutos valen la pena ser contados? Nosotros creemos que no. Es más, estamos seguros. Estamos seguros que incluso 20 ó 30 minutos pueden quedarse cortos para explicar lo que pasará ese día allí, lo que se vivirá, lo que se sentirá, lo que será irrepetible.
Porque para cada pareja lo será. Es su boda. Las parejas no viven una boda cada fin de semana como las personas que trabajamos en el sector, y menos aún la suya propia. De hecho, la suya propia sólo existirá un día en toda la historia de la humanidad: y es ése.
3. Tienes que renunciar a mucho.
Reducir todo un día entero a sólo 5 minutos, ó 10 a lo sumo, supone silenciar la mayor parte de lo que ese día sucede, obviarlo. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué silenciamos? Habrá que decidir, escoger a qué renunciamos, qué obviaremos de ese día.
Es evidente que siempre hay que renunciar a algo en mayor o menor medida. Aunque hicieras un vídeo de 10 horas, habría realidades simultáneas que no quedarían incluidas. Cada plano que hacemos es una renuncia a enfocar otra cosa. Hay que asumir que no podremos tenerlo todo, pero entre eso y reducirlo únicamente a 5 minutos, hay una escala de grises inmensa que estamos ventilando de un plumazo.
Entonces, debemos tener claro que hacer únicamente un único vídeo breve de tu boda implicará decidir qué queda fuera de ese vídeo para siempre.
4.Si el vídeo breve se basa en imágenes de posado, todavía renunciamos a más.
El caso más extremo en el que deberemos renunciar a casi todo lo que realmente sucedió ese día es si optamos por hacer sólo un único vídeo breve, y que además éste esté basado en imágenes posadas, dirigidas por el profesional.
Si la sesión de posado protagoniza el vídeo breve, el tiempo para incluir imágenes auténticas de lo que realmente sucedió ese día queda reducido a tal vez uno o dos minutos, normalmente en instantes espolvoreados entre planos del posado.
Si eso es todo lo que nosotros queremos recordar de nuestra boda, está perfecto. Pero debemos preguntarnos si eso es realmente lo único que vale la pena recordar de un día que será, de principio a fin, irrepetible.
5. El valor de todo lo que sucede fuera de la boda.
Una de las cosas que contamos a las parejas que vienen a nosotros es que la boda no empieza en el momento en el que oficialmente comienza la boda. De hecho, ese día será distinto de cualquier otro día de vida de esa pareja desde el momento que abran los ojos por la mañana.
Lógicamente, no estaremos filmándoles ahí desde que bajen de la cama, pero cuanto más podamos recoger, más nos acercaremos a su experiencia y sus sentimientos ese día. Y, además, es posible que eso cuente más de quiénes son y de cómo son, verse en esos ratos íntimos y personales antes de que “se enciendan las luces del escenario”, que no las imágenes principales del día, que obviamente también hay que tener.
Todas esas imágenes fuera del circuito oficial, fuera del escenario principal de la boda, para que nos entendáis, definen, diferencian y explican a cada pareja en particular. Se necesita tiempo para incluirlas, tiempo para explicarlas y tiempo para apreciarlas.
6. Renunciar a incluir los discursos es un grave error.
Somos fervientes defensores de los “speeches” en las bodas, e incluirlos en la película ha sido siempre una de nuestras señas de identidad.
Se pueden incluir fragmentos de ellos en la película larga, y también se pueden usar algunos fragmentos en la película corta.
Como es lógico, cuánto más larga sea la pieza, más elementos del discurso o discursos podremos usar y más podremos “jugar” con ello.
7. Atención a los detalles.
Los detalles son importantes. Siempre. Y no nos referimos sólo a los elementos de la decoración, sino principalmente a esas pequeñas cosas que sucederán, que no serán muy evidentes o vistosas, pero que probablemente sean super significativas, especiales y llenas de emoción y sentido para vosotros.
“La importancia de las pequeñas cosas” , esta frase tan usada pero no por ello menos cierta. Es mucho más complicado dar cabida a las pequeñas cosas si el tiempo es escaso incluso para las cosas consideradas principales.
En ENSU damos mucho valor a estas pequeñas cosas. A menudo, para nosotros, el mejor plano de la boda está ahí, por lo que no es extraño que nuestros vídeos cortos estén llenos de estos detalles. Pregunta a tu videógrafo, si sólo tenías pensado contratar vídeo corto, si estos pequeños detalles van a tener cabida en él.
Por otro lado, como es lógico, siempre se podrá dar mucha más cabida a las pequeñas cosas en una película larga.
8. Dar tiempo a que se genere un relato.
Que todo respire, que la historia tenga tiempo de surgir, crecer, desarrollarse y culminar.
Si nos limitamos a hacer un vídeo breve que contenga una yuxtaposición frenética de imágenes con música de fondo es posible que estemos ocultando un gran vacío. No estamos contando realmente una historia ni estamos profundizando en quiénes son esas personas. Es una apuesta estética, pero epidérmica.
Si queremos rascar un poquito la superficie y profundizar, por poco que sea, debemos plantear un relato. Existen los microcuentos, los cuentos, y las novelas. Existen los vídeos breves y los vídeos largos. Pero si realmente queremos contar algo de interés, debe haber un relato. Podemos tener como complemento el equivalente a un microcuento sobre la boda, pero aconsejamos no renunciar a tener un formato que permita al videógrafo desarrollar el máximo potencial narrativo de la boda.
9. El rodaje será el mismo, el material ya está filmado.
Eso es algo que no suele tenerse en cuenta, y es fundamental: ¡tienes el material rodado igualmente! O eso deberías tener, ya que el videógrafo nunca sabe en qué momento sucederá la imagen más valiosa de la boda, el momentazo irrepetible, el que no puede faltar en el vídeo aunque éste dure sólo 1 minuto. Así que el rodaje debería ser el mismo, o prácticamente el mismo, sin tener en cuenta lo que va a durar la pieza editada. ¿Vas a dejar todas esas imágenes que están grabadas y que son irrepetibles, en el cajón de los descartes y mandarlas a la papelera?
Si el rodaje es el mismo, y sólo cambia un poco la edición, ¿realmente cambiará tanto el coste? Entonces, el precio no cambia tanto y, paradojalmente, lo que la pareja pierde es muchísimo. No es proporcional. Pero es que no puede serlo, porque el coste del rodaje es el mismo.
Además, cabría añadir que se presupone que hacer un vídeo breve es más sencillo que hacer uno largo. ¿Por qué? Sería defendible, incluso, que hacer uno breve, con el mismo material de base, es incluso más complicado.
¿Y por qué puede ser más complicado, si la pieza breve se supone que sólo será un resumen pequeño de lo que se incluye en una larga? Porque la peli corta no necesariamente es un resumen de la larga.
Puedes tener una larga y una corta con planteamientos totalmente diferentes. La estructura diferente y el guion distinto, así que no es el equivalente pero reducido. Al menos, no necesariamente.
Es decir, tener corta y larga no debería ser tener la misma pieza pero una de ellas un poco más alargada que la otra. Creemos que debería ser tener dos piezas totalmente distintas concebidas desde cero cada una de ellas.
10. No tiene nada que ver con el número de invitados.
Da igual si es una boda pequeña o con pocos invitados. De verdad. Lo importante es buscar lo que hay de especial y único en ella y ser capaz de contarlo.
De hecho, nosotros hemos hecho vídeo largo de un “elopement” en el que sólo estaban presentes el novio y la novia. Wedding planner, foto, vídeo y la oficiante. Nadie más. Ni una sola persona invitada. Y fue super especial. Y tuvieron su vídeo largo.
Esperamos que con estas 10 razones argumentadas hayamos ayudado a las parejas que dudaban si tener o no tener un vídeo largo de su boda, a los profesionales wedding planners a quienes pregunten sobre ello, y a los profesionales videógrafos que quieran argumentar por qué es tan importante no renunciar a tener una película larga de boda.